Uno de mis muebles
preferidos son las mesas auxiliares porque no solo se utilizan para infinidad
de tareas sino que a la hora de cambiar los muebles de lugar para darle otro
aire a la habitación, éstas son más fáciles de acomodar y de cambiar su
función.
Pues, como dijimos
pueden cumplir múltiples usos como un simple adorno al colocar floreros sobre
ella, o como accesorio que acompaña a los sillones en el que podamos apoyar una
copa, taza o el teléfono, en la entrada cerca de la puerta para colocar las
llaves y cartera al entrar, o bien en los rincones y sobre todo cerca de alguna
ventana para contemplar el paisaje con una taza de té.
El hecho es, que su
uso es plural y como comentaba, a la hora de cambiar los muebles de lugar para
ganar más espacio o porque simplemente estamos cansados de ver arreglado
siempre de la misma manera, éstas son ideales. Otra de las razones por las
cuales algunos optan por modificar el ambiente, es para aplicar el feng shui,
práctica oriental mediante la cual se acomodan las estructuras y espacios para
un mejor flujo de la energía vital.
Pero volviendo al
tema que nos atañe, las mesas
auxiliares pueden darnos mucho de sí
y con un poco de imaginación podemos hacer maravillas con ellas. Es interesante
saber que el origen de las mesas en general, las típicas de tabla rectangular o
redonda, con una base de tres patas o un solo apoyo, se remonta al antiguo
mundo egipcio.
En un principio las
mesas se hacían de madera, las había de piedra también pero hoy en día es frecuente encontrar mesas de todo tipo
de materiales como cristal, plástico y metal entre otros. Además los colores
son variados pudiendo de esta forma, combinar con cualquier mueble que tengas
en tu casa, pues, los hay de todo tipo en cuanto a estilos y tiempos, es decir
que teniendo muebles estilo colonial o barroco, podrás conseguir en casas
especializadas o anticuarios, mesas que hagan juego con dichos estilos.
El color que elijas
dependerá no solo del resto de los muebles, sino de la intención que tengas en
relación a su uso. Por ejemplo, si quieres que llame la atención colocándola al
lado del sillón, tendrá que ser de un color que haga contraste con él. O bien,
si quieres que pase desapercibida, entonces son mejores los colores obscuros.
Por todas estas
razones, las pequeñas mesas se han vuelto uno de mis muebles preferidos, los
cuales voy colocando según el gusto e interés del momento.
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